Octava carta a ella

Me encanta sentir el trazo de tu figura

en la desnuda rutina iluminada de bombillas.

No lo admitiré, pero soy adicta a esa huella que me dejas.

Cada segundo, cada día,

me quedo anclada en tus labios,

me quedo anclada en tu mirada.

Necesito decirte que te extraño,

aun en el refugio de mis brazos,

aun en el mero oxígeno de lo apresurado.

Cambio la costumbre de no tenerte

por aquella que me hace presa de ti.

Dilatados son mis pensamientos.

¿Acaso no es amor?

Construimos reglas, rompemos normas.

Todo nace.

Nace ese primer casi te quiero entre juegos,

nace ese primer te quiero dentro de ti.

Llevan tu nombre. Siempre lo hicieron.

Nace el latido sincero de mi corazón.

¿No lo sientes?

Nace la necesidad de más,

sin importar lo absurdo de menos.

Nacen sueños, lo incierto de un futuro.

Mas entretanto aguardo el miedo,

como se aguarda bajo un extraviado balcón

para no impregnarse de la lluvia.

No da igual, lo sé, está ahí,

pero lo arrincono, o lo procuro.

Nace las tardes que empiezan en una peli

y terminan en la intensidad de hacer el amor,

aunque todavía no lleve ese nombre.

Nace un mar inundado de preocupaciones.

Perfume de pesadillas.

No lo admitiré, pero soy adicta a esa huella que dejas.

Cada minuto, cada instante,

aborto la intención de no creer en lo nuestro.

Lo hago, y eso es invaluable

por encima de la expectativa, el ansia, la emoción y el anhelo.

¿Acaso no es amor?

(E.M.A)

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Precioso ypoema romántico poema. Besos a tu alma.

    Le gusta a 1 persona

    1. E.M.A dice:

      Muchas gracias por tu palabras. Abrazos!!

      Me gusta

Deja un comentario