Todo ha cambiado.
La sensación de nuestras
vidas colisionando,
el huracán de sentimientos
que golpean mi estómago
como el comienzo de una partida de billar.
Me nublas, me enfadas,
me desarmas, me vuelves loca…
Todo ha cambiado.
Tus besos quedan presos
en los labios de mi tortura.
Tu imagen, inamovible
en cada uno de mis pensamientos.
No logro entenderte,
destrozas todos mis razonamientos,
aunque, joder, siempre lo has hecho.
Todo ha cambiado.
Me haces funcionar fuera de mis límites,
teniendo claro que no eres una más…
no, no lo eres.
Me atropellas con tus inseguridades,
y, por primera vez,
respondo con las mías.
Paciencia.
El tiempo sigue, nos atrapa,
nos hace suyo, nos reta, nos confunde,
cayendo en el suspiro
en el que tú no huyes,
en el que yo continúo.
Me quedo, te quedas.
Sonríes, sonrío.
Todo ha cambiado,
y a riesgo de lo ignorado,
forjamos nuestro destino viviéndonos.
(E.M.A)
Todo cambia, al menos con el tiempo. Me gustó mucho leerte. Besos a tu alma.
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Eso es lo interesante de la vida… y de las relaciones. Como siempre, mil gracias por tus comentarios. Besos!
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Muy bonitas letras, una delicia leerte. !Enhorabuena! por tu blog. Un abrazo
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Mil gracias por tus palabras. Me emociona que te guste. Besos!!
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